LA VISIÓN VENECIANA DE JOSEP MARFÁ

Marfá pinta Venecia, a menudo, en su obra , debido, fundamentalmente, a su carácter romántico y sensible.Es decir que no utiliza a la ciudad inmortal italiana como motivo de Experimentación estética, sino que busca el silencio de las piedras y los gritos de 1os siglos a través de su captación de escenas cotidianas en los callejones donde se adivina el paso de la gente y su presencia pero no la refleja, surcados por láminas de agua en movimiento, debido al paso de las motoras, de. los taxis acuáticos o de las góndolas de los enamorados. También Venecia constituye , en cierta forma, un motivo de introspección personal del artista catalán, dado que a través de la plasmación de sus paisajes urbanos, nos trasmite sus estados emocionales.

La gama cromática que utiliza oscila de los blancos a los azules, verdes y rojos, destacando por su austeridad . Es decir que su búsqueda del mito veneciano, no le impide ver la realidad del entorno, y no convierte Venecia en una excusa personal para transmitir todas sus fobias. Tampoco existe en su obra un afán de describir la realidad, ni un culto excesivo al detalle, Continuamente van apareciendo, en diferentes zonas del paisaje urbano, edificios históricos, puertas medievales y renacentistas, que actúan más como contrapeso del color que como eje descriptivo de la composición. También busca, con el tratamiento casi romántico del color de los cíelos venecianos, resaltar la inusitada capacidad para generar belleza que tiene esta ciudad, donde los ruidos de la circulación y de las fábricas no existen. Sólo el murmullo, el piar de los pájaros y el chillido de las gaviotas, el ronronear de los motores, el paso disciplente de sus habitantes en invierno, establece el nexo de unión, con un tipo de vida de otra época, que sólo se puede dar en Europa en esta ciudad italiana. Marfá busca captar este ambiente, donde al automóvil no existe, y donde la arquitectura de vanguardia tampoco da sintomas de su atractiva y desafiante presencia. Todo es un recuerdo del pasado que Marfá vive con intensidad.