MARFÁ, LA DENSIDAD CROMATICA DE LAS ACUARELAS

La serie pictórica más interesante presentada en la Caixa de Catalunya por Marfá corresponde a las acuarelas de Venecia. Esta colección está integrada por papeles de pequeño y mediano formato, donde presenta escenas urbanas de la Venecia antigua, sin captar la parte moderna de la ciudad inmortal italiana, Mestre, o la zona industrial de la misma. Esta necesidad de centrarse en la parte antigua de Venecia obedece a su actitud de búsqueda romántica y también de descripción de ambientes sutiles y especialmente cuidados. En este sentido Marfá adopta la actitud de observador de la realidad, para después resumir todas las sensaciones en unos pocos trazos que, posteriormente,termina en el estudio. Hay una búsqueda esencial de los estados del alma a través de las piedras, que forman la arquitectura veneciana.

Es decir que la urbanidad de sus obras en acuarela es debida a la humanidad que transpiran las edificaciones, como reflejo de un pasado reciente que el pintor se resiste a olvidar, aunque tampoco su obra posee ninguna intencionalidad simbolista.

Predominan los colores limpios, intensos y oscuros, sin que estos ofrezcan una imagen ambigua, sino todo lo contrario.Cabe destacar la gama de azules, rojos, negros, marrones, naranjas, rojos y verdes.

Esta serie de Venecia se divide en dos partes diferenciadas:

los apuntes, realizados con rapidez «in situ», realizados en lápiz o cera negros y coloreados después, donde la agilidad del trazo y la incidencia del color, apagan su fuerza descriptiva, y la serie de acuarelas y pasteles de mediano formato juntamente con varios óleos realizados a partir de algunos de estos apuntes iniciales, donde su facilidad por el dibujo lucha por imponerse por encima de su cualidad de pintor.

En definitiva Marfá presenta dos planteamientos que se van repitiendo a lo largo de su actividad artísticas: sus dotes para el dibujo, con obras paisajísticas donde se contempla la fuerza del detalle, y su predisposición para combinar colores dentro de planteamientos dinámicos. Es un experimentador nato del color, dado que lo considera esencial para la investigación pictórica.

En este sentido Marfá, en una época anterior, incluso intenta llegar a planteamientos abstractos a través de la experimentación cromática de la materia, Marfá demuestra también en esta etapa sus cualidades de pintor creativo y experimental, hasta el punto de que algunas de las piezas de esta corriente son de una calidad superior a la de obras pictóricas de su etapa de paisaje.

También presenta pasteles sobre papel, que suelen ser más matéricos, pero a la vez más gestuales, intentando captar las atmósferas de los paisajes urbanos de Venecia, formadas no sólo por el contraste del cielo con la lámina del agua, sino por 1a presencia de los cromatismos de los edificios combinados en la lejanía con los colores del cielo y los reflejos cromáticos de las casas y palacios en el agua. Toda es movimiento y color, pero, en realidad, la ciudad de Venecia permanece tranquila. Y de ahí que también sus acuarelas sean densas cromáticamente porque el entorno también lo es. Venecia, la ciudad de la densidad poética del silencio.

Marfá presentó en su exposición de Caixa de Catalunya, Sala d’Art Sant Jordi, de la calle Manila de Barcelona, durante el pasado mes de setiembre, una colección de óleos, pasteles y acuarelas basada en Venecia y las Ramblas de Barcelona. Destaca , sobre todo en las acuarelas y óleos de Venécia,su investigación de la mancha de color, su expresivo cromatismo y la agilidad y fugacidad de los trazos, que a pesar de su apariencia matérica, son más densos y sutiles que concentrados. Mientras que , en la serie de las Ramblas de Barcelona innova, con respecto a los ángulos desde los que pinta, caracterizándose por su originalidad.